7 de septiembre de 2007

Las Guerras del fútbol

El fútbol es un negocio y eso lo sabe todo el mundo. Un negocio cada vez más sucio y turbulento, como ha quedado demostrado en las últimas fechas en el caso Moggi-gate por ejemplo. Desde hace algún tiempo magnates rusos, norteamericanos o tailandeses se dedican a comprar clubs de fútbol con única intención de tener más dinero.

Algunas veces los presidentes se dedican a su único bien, sin pensar en el jugador. El entrenador margina a los jugadores, y en ocasiones su marcha no es la prioridad. Esto le pasó a Román Riquelme. De héroe a villano. Desde que fallara el fatídico penalty contra el Arsenal en las semifinales de la Champions su rendimiento bajó mucho y perdió la confianza de Peregrini. Tanto fue así, que en Enero 2007, salió cedido del club con destino a su Argentina natal. Allí se acomodó, consiguió recuperar su mejor juego y guió a Argentina en la Copa América. Este año se quedará en el Madrigal, sin contar para el entrenador, sin el calor de la afición que anteriormente le idolatraba. No consiguió su salida a Boca, que hizo una oferta millonaria al Villarreal, que incluso consiguió que se prolongara el mercado de fichajes un día más. Así es el fútbol, un negocio.

Otras veces el jugador quiere salir sí o sí. Para progresar como jugador, para que su sueldo se dispare, para ser más mediático... En este caso el perjudicado fue Dani Alves. El brasileño quería salir de nervión, no estaba cómodo o como quieras llamarlo. El caso es que tenía dos ofertas sobre la mesa. Ya había dicho públicamente que se quería ir, se borró de los partidos de Champions para poder jugar en dicha competición con su supuesto nuevo club... Las oficinas del Sánchez Pizjuan estaban reventadas, ofertas del Chelsea y del Madrid, ofertas millonarias, que sobrepasaban los treinta millones de euros. Pero a Del Nido se le pusó su ego y su orgullo entre ceja y ceja fue un tifón, un volcán en erupción. La salida de Daniel era prácticamente descartada, mucho más después de la trágica muerte de Antonio Puerta, y así fue, Alves se quedará un añito más en el club sevillano.

La pregunta en estos casos es, ¿Quién ha ganado la guerra?¿ No es mejor tener 30 millones más para fichar que un jugador a disgusto? ¿O a caso es mejor tener a Riquelme en blanco toda la temporada y tener que pagarle íntegramente su ficha -altísima por cierto- en vez de dejarle salir a Boca? La respuesta la deciden ustedes.

7 comentarios:

zaragocista dijo...

Estña claro que tener a un jugador a digusto no es positivo, pero tampoco es lícito que un jugador esté a disgusto en un equipo cuando se le paga como se le paga y juega lo que juega. Eso en el caso de Alves.

De Riquelme no puedo hablar porque nunca encontraré explicación racional a su asunto.


Saludos.

Unknown dijo...

Lo de Riquelme es una de esas cosas que por mucho que trate de comprenderlas, no puedo, porque hay algo, llámalo lógica o llámalo incredulidad, que me lo impide.
No entiendo como el Villarreal prefiere tener a un jugador genial y conflictivo en blanco todo el año tan sólo por una cifra económica. Y no lo entiendo por las dos cosas, porque es genial y debería jugar siempre y porquye es conflictivo y puede alterar el ritmo interno de un equipo como el Villarreal.

Lo de Alves es otra historia diferente. El Sevilla no lo quiso vender y en cierto modo lo veo normal teniendo en cuenta el rendimiento del jugador.
Lo que no veo normal, es que con una oferta de 32 millones de euros el Sevilla se niegue tajantemente a venderlo y por consiguiente que el Chelsea retire cualquier oferta.
Fue una actitud egoísta de Del Nido, porque Alves, vale ese dinero, a pesar de que sean tan sólo dos millones más que Pepe (el cual, es caso aparte).

En fin, la verdad que el mundo del fútbol e está volviendo loco. Y los presidentes perdiendo la cabeza con el dinero. Si esto sigue así, acabaremos mal. Todos los aficionados al fútbol, como siempre, claro.

Un saludo crack, ya te tengo entre mis links!

Anónimo dijo...

En la guerra de Alves-Sevilla, sale ganando el Sevilla deportivamente.

En el caso de Riquelme, pierden todas la partes ya que ninguna tiene lo que desea.

Göres dijo...

Creo que Del Nido se equivocó con Alves. Quiso sacar demasiada tajada y ya lo dicen los sabios: "La avaricia rompe el saco". Lo de Riquelme aún me parece peor porque Alves será titular pero Román no. Malos tiempos para el argentino.

Un saludo desdelacibeles.blogspot.com

Moisés García dijo...

Hablando desdel puntod e vista de un aficionado sevillista dejaría a Alves en al grada (al giual que con Riquelme), pero así no se hacen las cosas.

Entiendo que los jugadoers busquen mejorar su estatus, pero no veo bien que se muestren en rebeldía contra el club que les paga.

Un saludo!

Javi Saiz dijo...

Riquelme es un tipo especial. A mi no me gusta como futbolista, pero es que da la sensacion de ser un niño mimado de mucho cuidado, todo tiene que estar perfecto para el. Este año va a sufrir...que se joda.

saludos

Pablo Malagón dijo...

Si yo me comporto con mi jefe con la displicencia que Riquelme lo hizo con Pellegrini al día siguiente estoy en la puta calle.

Si yo voy a mi jefe y le digo que me pague más o me voy a otra empresa, igual que hizo Alves con Del Nido, al día siguiente estoy en la puta calle.

Y todavía seguirán quejándose.