Karlsruher SC, la alternativa a los grandes

El nivel de la Bundesliga últimamente estaba dejando mucho que desear, pese a ser una de las más competitivas de Europa, por encima de otras como la francesa o la portuguesa. La temporada pasada la ganó un Stuttgart que se llevó el título más por su regularidad que por su buen juego. Este año le está fallando eso, la regularidad, y va cuesta abajo. Lo mismo le está pasando al Werder Bremen, que nota mucho la baja de Klose. El Schalke es el único que aguanta la cara, y sigue de cerca al Bayern de Múnich y... al Karlsruher.

Y es que el recién ascendido está llevando una progresión meteórica en la Bundesliga, sorprendiendo con un inicio de liga que pocos esperaban. Muchos los consideraban un candidato al descenso, sobre todo porque sus refuerzos eran de medio pelo, la mayoría prodecían de la Bundesliga 2 o de ligas menos competitivas, exceptuando a Görlitz, que llegó del Bayern Múnich.

El Karlsruher ha ganado a rivales, en teoría, más fuertes, como por ejemplo al Schalke 04 (que está disputando actualmente la Champions League). Es un equipo con un fútbol rocoso, al que es muy difícil hacerle gol. Tiene una fortaleza defensiva envidiable, desde su portero, Markus Miller, un gigante de 1’90 que es un seguro bajo palos -cuya alternativa es Jean-François Kornetzky, un francés que apenas disputó cuatro encuentros la temporada pasada- hasta Mario Eggimann cómo líder en el centro de la zaga. Un central corpulento, muy fuerte físicamente hablando. Domina el juego aéreo y se anticipa a los delanteros, es muy difícil de superar en el uno contra uno y le da buena salida al balón. Está causando sensación en la Bundesliga y algún equipo grande se podría interesar por él. A su lado, Mark Franz, para mí de menor nivel que el suizo, ya que a veces pierde la concentración, como en el partido contra el Bayer.

Además, está complementado por dos excelentes laterales, Görlitz por la derecha que está llamando a las puertas de la selección absoluta, y por la izquierda Christian Eichner, que está sorprendiendo en la temporada de su debut, aunque la temporada pasada ya demostró su valía en la Bundesliga 2. Es un lateral con vocación ofensiva, rápido y difícil de superar en defensa. Además los dos suelen marcar algún gol por temporada.

Todo el juego gira en torno a Godfried Aduobe, de nacionalidad ghanesa, es el pivote defensivo del equipo teutón. Hace las funciones de Diarrá o Makélélé en sus tiempos. Destruye juego y busca al creador, o abre a las bandas. Tiene ya treinta y un años, pero está en una forma física envidiable, aunque a veces le cuesta llegar al final y tiene que ser sustituido.

Las labores de creación las lleva Mützel, que ha reconvertido su posición de extremo a centro campista tras la llegada de el húngaro Hajnal. Un pivote más ofensivo que el ghanés, es el encargado de ponerle pases a la delantera, en largo, al hueco... también puede actuar ahí Porcello, un fijo en la temporada pasada que ha perdido el hueco, entre otras cosas por su edad.

En las bandas, el ya citado Hajnal por la derecha y Carnell por la izquierda son los encargados de dar profundidad al equipo, ayudados muchas veces por los constantes desdobles de Görlitz y Eichner, que hacen una labor encomiable. Además los extremos no se ‘libran’ de las tareas defensivas, lo que hace muy difícil las internadas de los rivales.

En la delantera hay cuatro delanteros que tienen buen nivel. Christian Timm es quizás el mejor, ha llegado procedente del Greuther y está sorprendiendo en la temporada de su debut en la Bundesliga; veloz, corpulento y con mucha definición. Aprovecha las ocasiones que tiene y es difícil verle fallar un mano a mano. A su lado se suele situar Edmon Kaplliani, que se mantiene de la temporada pasada, en la que fue una pieza clave marcando diecisiete goles, tiene un buen remate de cabeza, lo que ayuda mucho al equipo, sobre todo teniendo buenos centradores, como Carnell. Las alternativas son Alexander Iashvili -quizás el peor de los cuatro- es un georgiano que ha llegado esta temporada procedente del Freiburgo o Freis, una promesa alemana de tan solo veintidós años cuya aportación el año pasado en la Bundesliga 2 es digna de mención, ya que marcó siete tantos.

Y más o menos este es el equipo del Karlsruher, sin grandes nombres, pero con buenos jugadores, que unidos a la gran labor de Edmund Becker en el banquillo hacen que se sitúe segundo en la tabla de clasificación. La pregunta es... ¿Conseguiran mantener este ritmo, o por el contrario se desinflará?