Catenaccio bético

No se me ha ocurrido un nombre mejor para definir el partido disputado el domingo en el Ruiz de Lopera. Otra demostración de lo que veremos esta temporada. No lo critico, pese a que no me gusta que juguemos así. El tiempo apremia y hay que alejarse de la zona baja, y con estos tres puntos salimos del pozo después de tres meses en descenso.

Comenzó el partido con muchas expectativas para el cuadro de Francisco Chaparro, con un gol tempranero de Pavone en una jugada en la que el Pato pecó de inocente. Centro de Xisco y remate de el argentino a las mallas. Era el uno a cero y apenas había comenzado el partido. Luego llegó el asedio getafense a la portería de Ricardo, el portero bético, que justificó ayer con creces los tres millones que Lopera pagó por el y el dineral que cobra. Hizo probablemente el mejor partido desde que llegó junto con el de Villarreal. Granero hizo un partido muy completo, peleando, regateando, y gambeteando a más no poder. Incluso estrelló un balón al palo de falta directa.

El Betis se echó atrás y lo pudo pagar caro, de no ser por el coraje de Pavone, que demostró valer para algo más que marcar goles. Asedió a la defensa hasta conseguir un balón en la banda derecha getafense. Puso el centro y la descolocada defensa azulona propició el remate del brasileño Edu. Era el dos a cero, y parecía que todo estaba sentenciado.

La segunda parte comenzó como acabó la primera. Con el Getafe constantemente tirando a portería y con Ricardo parandolo todo. Hasta diez paradones hizo el portero portugués. Sin embargo, una contra bien llevada por los verdiblancos propició el tres a cero. Se lo coló Belenguer en propia meta en un intento de Pavone en dejar a Mark Gonzalez el gol en bandeja. El partido parecía sentenciado pero el Geta no se dio por vencido.

En una ocasión que parecía no tener mayor importancia, Lizondo Cortés decidió pitar penalti de Somoza por una mano involuntaria. De la Red marcó y a partir de ahí el equipo madrileño decidió que había que morir matando. Unos minutos más tarde, Melli desviaba un tiro de Manu y dejaba a Ricardo descolocado. El partido finalizó con continuas acometidas azulonas, que murieron en las manos del portugués, sin duda el mejor del partido junto a Pavone.