Desastre en Nervión

Una contundente derrota cayó sobre los béticos el pasado domingo en Nervión. Tres a cero. Por primera vez ví al Betis tal y como es, un candidato a bajar a segunda. No conseguimos salir del descenso, y cada vez dudo más que lo vayamos ha hacer. Una alineación "suicida" de Paco Chaparro sin tener en cuenta los puntos fuertes del connjunto sevillista nos condenó de forma anticipada.

Para empezar dejó a Pavone en el banquillo en detrimento de Jose Mari, ese estupendo fichaje Made in Lopera. El argentino estaba pasando por su mejor momento desde que llegó al Betis y Chaparro no lo puso de titular. Primer fallo del Sevillano.

Otro fallo contundente fue dejar sin un marcaje agresivo y contundente a Diego Capel. Ya avisé del peligro que suponía este jugador, y de su facilidad para ir al suelo. Dicho y hecho, daba vueltas de campana cada vez que recibía una entrada con un mínimo de dureza.

La banda derecha fue un coladero durante practicamente todo el partido. Las ayudas fueron nulas y Toni se vio en serios aprietos cada vez que Alves subía la banda. Era un dos para uno practicamente constante, y pese a que el canterano no hizo un mal partido, no pudo hacer nada contra la apisonadora sevillista.

Para colmo, el brasileño Luis Fabiano nos marca un gol con la mano, el primero, el que abrió la lata. Una mano que sorprendentemente no vio el linea. Tenía miedo a los arbitros, que habían ayudado al Sevilla contra el Denia y le quitaron la targeta a Alves, que se la merecía tanto, o más que Ilic. Sin embargo no me refugiaré en este hecho porque es tontería. El Sevilla nos dio un baño de principio a fin, y nunca tuve la sensación de que pudieramos ganar el partido, ni si quiera de que pudieramos dar sensación de peligro. El segundo gol fue una cantada de Ricardo, al que pillaron desposicionado. A la salida de un corner centraron desde la derecha y el portugues se fue a por uvas. Para más colmo, Damià se marcó un gol en propia. El último del partido.

El Betis fue Edu y diez más, con un planteamiento táctico paupérrimo. Espero que la situación mejore hoy en la Copa contra el Valencia, que dicho sea de paso, no pasa (valga la redundancia) por sus mejores momentos, ya que viene de empatar a uno contra el Levante en Mestalla. Tengo pánico a este partido, nos pueden dar un baño como salgamos bajos de moral.