Un futuro prometedor

Los equipos de fútbol tienen que ser renovados en periodos de tiempo no superiores a seis o siete años. Las viejas estrellas e ídolos de la afición acaban abandonando el barco, bien porque tiene una oferta suculenta para terminar su carrera o bien porque se les ha pasado el arroz acaban yéndose de su club.

El pasado domingo se jugó un partido realmente bueno para el espectador, al que no le importa el resultado. El Milán se enfrentó al Napolés en San Siro, donde el equipo milanes demostró poder aspirar a algo más que la Champions si se lo propone, pese a que hoy día se sitúa a veinticinco puntos del Inter de Milán -si bien es cierto que tienen tres partidos menos- principal rival de los rossoneros y actualmente líder de la Serie A.

El equipo italiano tiene una plantilla algo envejecida, quizá tengan una de las más mayores de Europa (sin embargo, son los vigentes campeones de la Champions) si bien desde la cúpula del club están intentando rejuvenecer al equipo. El último en llegar fue Alexandre 'Pato', un brasileño que cuenta con dieciocho años recién cumplidos. El Domingo debutó frente, como ya he dicho, al Napoli. Llegaba con muchísima ilusión y pareció contagiar a los suyos de ella. Jugó con desparpajo, ofreciéndose, y mostrando esa punta de no se sabe qué que Ancelotti y su Milán añoraban tanto. Hizo un partido muy completo, marcando un gol y propiciando el de Seedorf, que recogió un rechace del brasileño.

Y pese a que es cierto que se mostró algo individualista en facetas del encuentro, e incluso me atrevo a decir que estaba obsesionado con gustar al público y marcar su primer gol con la camiseta rossonera.

Hablando del partido, Ancelotti sorprendió sacando de inicio a un Ronaldo desconocido, aunque en los primeros compases del encuentro se mostraba algo oxidado y denotaba falta de forma, pero mejoró su rendimiento paralelamente al avance del encuentro, marcando el gol que abrió la lata, y el que tumbó definitivamente a el equipo del 'Pocho' Lavezzi -quizá el mejor jugador del equipo italiano- el 3-2 justo al inicio de la segunda mitad.

Y es que el resultado fue algo engañoso después de ver el juego que desplegaron los napolitanos en la primera parte, apostando por un once sin miedo, y yendo a por el partido. Jugaban sin miedo, intentando crear ocasiones, y no se volvieron locos cuando el Milán se adelantó, y cuando volvió ha hacerlo poco después. Sin embargo, el tres a dos del ya mencionado Ronaldo descolocó al Napoli, que no perdió la cara al partido y buscó el gol del empate con asiduidad, pero esto provocó lagunas defensivas, ya que Domizzi era el único jugador que se quedaba en las contras. Una cosa llevó a la otra, hasta que Kaka' se hizo valer marcando el 4-2. El Milán tocaba y tocaba, movía la pelota con sobriedad, y esa tranquilidad que te dan los dos tantos de ventaja. Tan sólo tuvo que esperar y aguantar un par de acometidas napolitanas hasta que llegó la hora de 'Pato'. El partido no podía acabarse sin que el brasileño sellara su gran actuación con un gol, y así fue. Un despeje de la defensa y un gran control del 'canarinho' que le dejó sólo contra el portero propició el cinco a dos definitivo.

Todavía les queda camino por recorrer a los rossoneros, y esta temporada está practicamente perdida con respecto al Scudetto,tan solo aspiran a clasificarse para la Liga de Campeones. Les queda dicha liga para resarcirse de los males ligueros, y deberían comenzar la revolución con vistas al año que viene. Se les va Maldini, y gente como Jankulovski, Kaladze, Ambrosini, Ronaldo o Seedorf tienen que medir sus esfuerzos con cuentagotas. Lo que ha quedado claro es que Kaka' y Pato son el futuro, y, por qué no, el presente de este Milán.