Zaragoza no se rinde

Zaragoza, esa ciudad tan simpática, la mayoría de los españoles le tenemos cierto cariño. Nadie sabe el por qué, o quizá sí. Zaragoza fue esa ciudad que resistió al asedio de las tropas napoleónicas sin táctica de guerra alguna con un único armamento, encomendarse a la Virgen del Pilar. Fue gracias a un lema, Zaragoza no se rinde. Estas palabras han quedado registradas en la mente de todos, más ahora cuando el drama todavía escuece en los corazones de los maños.

En la última jornada de la temporada pasada se confirmó el desastre. Todos teníamos la esperanza de que se salvara, pero no fue así, y el Zaragoza bajó a segunda. Parece, y de hecho es inverosímil que una plantilla con Ayala, Aimar, Oliveira, Diego Milito, Matuzalem y compañía no fuese capaz de mantener la categoría, pero así fue.

Sin embargo, nadie ha bajado los brazos. Ni si quiera los jugadores. Detallazo de esos a los que llaman mercenarios, y les cantan rimas tan obscenas como menos millones y más cojones. Ayala y Aimar, deciden quedarse públicamente. Matuzalem hace lo mismo. Estos jugadores tienen a media Europa detrás, sin embargo, prefieren embarcarse en un proyecto en segunda división que tiene una pinta inmejorable. Más aún cuando oyes el nombre de su entrenador, Marcelino García Toral. Suena bien y todo.

Además volverá a la ciudad Lafita, un jugador que fue despreciado, y digo literalmente, despreciado, que ha vuelto para embarcarse en una nueva aventura con el equipo que le vio nacer. Toda la suerte del mundo para los maños, vosotros os lo merecéis.