Bonito partido el que nos ofrecieron ayer Suiza, la anfitriona, y Turquía. Los otomanos se llevaron el gato al agua en un partido en el que lo más justo, probablemente, hubiera sido un empate. Fue un encuentro con numerosas ocasiones, en el que los anfitriones salieron a ganar, con ganas. En los primeros minutos llegaban las ocasiones, que sin embargo no entrañaban demasiado peligro para Demirel. Tiros lejanos y alguna individualidad de los jugadores de más calidad por parte de Suiza, como Behrami o Derdiyok.
Y llegó el primer gol Suizo, una buena contra que dejaba a Derdiyok delante del portero, regateó a Demirel y se puso en la línea de fondo para ceder a Yakin un gol cantado. El delirio de la afición era tremendo, seguían vivos y tenían posibilidades de pasar a cuartos. A todo eso, el campo se había converitdo en una auténtica charca. La lluvia no cesaba, y el estado del terreno de juego empeoraba por momentos. Muchas imprecisiones y pases que se quedaban cortos, sin embargo, esto no impidió que hubiera ocasiones. Yakin y Derdiyok se veían asistidos por Inler -gran pelotero, por cierto- y pudieron marcar en un par de ocasiones. Llegamos así al final del primer tiempo.
En la reanudación el campo estaba mejor, parecía que había conseguido drenar una parte del tremendo chaparrón que había caído en Basilea, y así fue. Behrami comenzó a brillar más, y creó muchísimo peligro por la banda derecha. A todo esto, los turcos estaban desaparecidos, su dupla atacante practicamente ni la olía, Nihat estaba deseperado y Tuncay acabó jugando de mediocentro, cada vez más deseperado. El centro del campo no existía y Aurelio estaba desorientado, hasta que en una ocasión aislada llegó el gol del empate. Sentürk, que había sustituido a Karademiz en la primera parte, aprovechaba un magnifico centro que Benaglio casi alcanza a atrapar.
A partir de ahí el partido se abrió, pero parecía que los locales se llevarían el gato al agua. Hasta tres contra ataques muy claros desperdició el equipo helvético, incomprensiblemente por otro lado. Hubo una ocasión que llegaron a ponerse cuatro delanteros y un solo defensa, pero ni por esas. Cuando parecía que el partido iba a acabar en un empate que solo servía a los turcos, llegó el gol de los turcos, expectacular tiro que Arda Turan se saco de la manga. Habrá que seguir de cerca al jugador del Galatasaray.
- El Hombre del partido
Es difícil decantarse por alguno, pero me quedaré con Inler, el suizo canalizaba todo el fútbol de su selección. Metió pases al hueco, y sin tener una gran corpulencia demostró que posee un gran físico, aguantando a gran nivel durante practicamente todo el partido. Distribuyo el balón con mucho criterio, especialmente mantuvo una buena relación con Behrami y Derdiyok.
- La sorpresa
Me quedo con el delantero del Basilea Derdiyok. Demostró ser un jugador de mucho nivel, no llega a los veinte años y puede que muchos clubs se hayan fijado en él después de su actuación. Mucha movilidad en la punta de ataque, redondeó su actuación dándole a Yakin el único gol de Suiza en toda la Eurocopa. Habrá que fijarse en él para el futuro.
Y llegó el primer gol Suizo, una buena contra que dejaba a Derdiyok delante del portero, regateó a Demirel y se puso en la línea de fondo para ceder a Yakin un gol cantado. El delirio de la afición era tremendo, seguían vivos y tenían posibilidades de pasar a cuartos. A todo eso, el campo se había converitdo en una auténtica charca. La lluvia no cesaba, y el estado del terreno de juego empeoraba por momentos. Muchas imprecisiones y pases que se quedaban cortos, sin embargo, esto no impidió que hubiera ocasiones. Yakin y Derdiyok se veían asistidos por Inler -gran pelotero, por cierto- y pudieron marcar en un par de ocasiones. Llegamos así al final del primer tiempo.
En la reanudación el campo estaba mejor, parecía que había conseguido drenar una parte del tremendo chaparrón que había caído en Basilea, y así fue. Behrami comenzó a brillar más, y creó muchísimo peligro por la banda derecha. A todo esto, los turcos estaban desaparecidos, su dupla atacante practicamente ni la olía, Nihat estaba deseperado y Tuncay acabó jugando de mediocentro, cada vez más deseperado. El centro del campo no existía y Aurelio estaba desorientado, hasta que en una ocasión aislada llegó el gol del empate. Sentürk, que había sustituido a Karademiz en la primera parte, aprovechaba un magnifico centro que Benaglio casi alcanza a atrapar.
A partir de ahí el partido se abrió, pero parecía que los locales se llevarían el gato al agua. Hasta tres contra ataques muy claros desperdició el equipo helvético, incomprensiblemente por otro lado. Hubo una ocasión que llegaron a ponerse cuatro delanteros y un solo defensa, pero ni por esas. Cuando parecía que el partido iba a acabar en un empate que solo servía a los turcos, llegó el gol de los turcos, expectacular tiro que Arda Turan se saco de la manga. Habrá que seguir de cerca al jugador del Galatasaray.
- El Hombre del partido
Es difícil decantarse por alguno, pero me quedaré con Inler, el suizo canalizaba todo el fútbol de su selección. Metió pases al hueco, y sin tener una gran corpulencia demostró que posee un gran físico, aguantando a gran nivel durante practicamente todo el partido. Distribuyo el balón con mucho criterio, especialmente mantuvo una buena relación con Behrami y Derdiyok.
- La sorpresa
Me quedo con el delantero del Basilea Derdiyok. Demostró ser un jugador de mucho nivel, no llega a los veinte años y puede que muchos clubs se hayan fijado en él después de su actuación. Mucha movilidad en la punta de ataque, redondeó su actuación dándole a Yakin el único gol de Suiza en toda la Eurocopa. Habrá que fijarse en él para el futuro.
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